Page 355 - Germán Horacio
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Germán Horacio



            llenado  de  honda  tristeza  a  cuantos  le  conocían  y  a  todos

            aquellos  que  saben  apreciar  el  arte  que  llevaba  dentro  este

            gijones que se nos fue para siempre. Como homenaje póstumo a

            su memoria, se está preparando una exposición antológica de su

            obra que el próximo mes de abril se celebrará en la sala Vicent

            de nuestra ciudad. Con cuánta ilusión me hablaba en mi última

            visita a su casa de esta exposición que iba a lograr que ya que él

            no podía asomarse a Gijón, al menos, una parte de su obra iba a

            estar  presente  en  el  corazón  de  su  ciudad  e  iba  a  ser

            contemplada  por  aquellos  gijoneses  amantes  del  arte,  del

            verdadero  arte,  donde  la  maestría  y  la  sinceridad,  donde  la

            técnica y el virtuosismo de uno de los más grandes artistas de la

            pintura asturiana, se iban a hacer realidad sobre las paredes de

            una sala gijonesa. Aquella tarde del febrero mexicano, ninguno

            de los dos podíamos sospechar que esta exposición que con tanto

            cariño estábamos preparando iba a ser un homenaje póstumo a


            su memoria. El retorno del artista, a través de su obra, al Gijón
            que le viera nacer un tres de diciembre de mil novecientos dos.


            La  vuelta  a  su  ciudad  con  la  que,  cada  día,  desde  la  capital

            azteca, soñaba apasionadamente.



            La  próxima  vez  que  vuelva  a  México,  me  acercaré  de  nuevo

            hasta  Arcos  de belén,  nº  22 y  subiré  despacio las  escaleras  de

            aquella casa. Y se me agolparán los recuerdos. Y me detendré un

            momento,  tan  solo  un  momento.  Y  hasta  mis  oídos  llegará  el

            bullicio  de  la  calle.  Y  reanudaré  mi  marcha  y  llegaré  hasta  la

            puerta del apartamento número 35. Y llamaré. Y sé que saldrá a

            recibirme el abrazo sincero y emocionado de la mujer que vivió

            su vida y palpó su muerte. Y entraré en la estancia vacía de su


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